En todos los grupos de amigos hay una persona que cada vez que va a tu casa te pregunta la dirección y el piso (y si no lo conoces, es que eres tú).
Da igual que la amistad sea tan larga como 15 años, y que no te hayas mudado nunca. Nunca se aprenderá tu dirección.
A mí siempre me ha parecido gracioso, pero oye, hay gente que se molesta por cualquier cosa…
Hablando de la nube, la automatización, la sincronización y esas cosas digitales que a mí me molan, descubrí que hay un “truco” que yo creía que era mundialmente conocido, pero no.
Pero empecemos por el principio: tu móvil.
Si tu móvil es de Android, tendrá asociada una cuenta de Google, por defecto.
Si tu móvil es iPhone, te recomiendo sincronizar una.
Esa cuenta de Google puede tener, como ya he comentado más veces, tropeciencios servicios… entre los que destaco DOS: tu base de datos de contactos, y Google Maps.
Parte 1, tus contactos.
Si tienes los contactos en tu cuenta de Google, son todo ventajas: no los pierdes al cambiar de móvil, los puedes mirar desde cualquier ordenador solo iniciando sesión…
Y, dato importante, no solo registra Nombre y teléfono: guarda el email, los cumpleaños… y la dirección.
Parte 2, Google Maps.
Aunque tengas otro GPS u otro tipo de aplicación de mapas en tu móvil, para este tip necesitaremos Google Maps.
Si vas a casa de un amigo del que tengas su dirección guardada en tu cuenta de Google, basta con poner en Google Maps el nombre de tu amigo, por ejemplo, “Amanda”, y Google Maps me lleva a la casa de Amanda, sin tener yo que entrar a buscar la dirección a ninguna parte.
¿Lo malo de este truqui? Nunca te acabarás aprendiendo la dirección.
Pero seamos honestos: llevas 15 años yendo a esa casa y todavía no te la sabes…